El vanguardista complejo diseñado por Josep Llinàs, alberga varias salas dedicadas a la música y las artes escénicas.
El auditorio principal, la sala Ramon Montanyà, tiene en su platea y su anfiteatro capacidad para hasta 800 personas (534 y 266, respectivamente). Figueras equipó esta sala con la butaca Flex, que se personalizó para responder a las necesidades acústicas que se plantearon. Las amplias dimensiones de la sala y el escenario permiten representar todo tipo de eventos teatrales y musicales. Destaca además el techo, decorado con un mapa topográfico de la zona en pan de oro y las paredes de hormigón, ornamentadas con un patrón de listones verticales de madera.
En otra sala, el auditorio Joaquim Maideu, Figueras instaló una tribuna retráctil para convertirla en un funcional espacio multiusos.