Banca di Asti

La reinvención de un espacio histórico

Flexibilidad y funcionalidad: el reto de rediseñar el auditorio de Banca di Asti

La nueva sede de Banca di Asti, en el corazón del Piamonte, en Italia, ha transformado un edificio histórico en un espacio moderno y funcional. Su auditorio, con más de 300 butacas del modelo Sensó de Figueras y el sistema Mutasub, se convierte en un espacio adaptable gracias a la capacidad de almacenar los asientos bajo el suelo.

En este proyecto, Figueras se enfrentó a un desafío único: rediseñar nuestro modelo Sensó para adaptarlo al sistema Mutasub, pues nunca antes se había instalado esta butaca en este sistema. Esto requirió el desarrollo y la implementación de una solución técnica para montar los asientos sobre una barra y garantizar su integración perfecta en el mecanismo.

El resultado es un auditorio versátil, con una acústica excepcional, donde la tecnología responde a las necesidades de sus usuarios. Este proyecto refleja el compromiso de Figueras con la innovación y la personalización, afrontando los retos más exigentes de la arquitectura contemporánea.

Tuvimos el placer de conversar con Gianni Cavallero, arquitecto y líder del proyecto, acerca de los retos y las soluciones que se han adoptado para este auditorio corporativo.

Figueras (F): ¿Cuáles fueron los principales objetivos al transformar un edificio histórico en un espacio moderno y funcional?
Gianni Cavallero (GC): El objetivo era crear un edificio altamente eficiente desde el punto de vista energético, con espacios funcionales y flexibles que pudieran responder a las necesidades de la Banca, tanto en el presente como en el futuro, preservando y poniendo en valor las características arquitectónicas de gran valor de los edificios existentes.
Los principales elementos que definieron el proyecto fueron el uso mínimo de recursos energéticos no renovables, mediante la aplicación de materiales y tecnologías adecuadas para la captación de energías alternativas y la obtención de niveles óptimos de aislamiento térmico. También la implementación de tecnologías constructivas que permitieran una distribución flexible de los espacios de trabajo, capaces de adaptarse con el tiempo a las necesidades operativas cambiantes, incluidas las redes de instalaciones, los sistemas informáticos y la domótica. Y por último, la creación de ambientes de trabajo y espacios de relación optimizados en términos de calidad de vida, interacciones interpersonales y confort térmico y acústico.

F: ¿Cuáles fueron los principales desafíos arquitectónicos de este proyecto?
GC: Uno de los mayores retos fue lograr la máxima funcionalidad y una conexión fluida entre los espacios. Para ello, se optó por nivelar al máximo los distintos edificios, lo que implicó la demolición de elementos estructurales preexistentes y la reconfiguración de las aperturas en las fachadas, manteniendo su ritmo original y respetando su carácter arquitectónico.
Otro desafío significativo fue la construcción del auditorio, que debía estar completamente libre de elementos estructurales en su interior. Esto requirió importantes soluciones estructurales, empezando por una excavación en el centro histórico de la ciudad, en una zona con alta densidad de edificios históricos en las inmediaciones.

F: ¿Cómo lograron equilibrar la conservación del valor histórico del edificio con la integración de tecnología moderna?
GC: Desde el punto de vista urbano, el proyecto mantuvo y restauró las fachadas de los dos edificios de mayor valor histórico, mientras que los demás fueron demolidos y reconstruidos siguiendo un enfoque filológico. Estos últimos no presentaban características distintivas o de gran valor arquitectónico, sino más bien desequilibrios que fueron corregidos en línea con los objetivos del diseño.
En la fachada que da a la corte interna, la reconstrucción de las partes demolidas permitió ampliar un patio previamente estrecho, mejorando su luminosidad. Uno de los pilares del proyecto fue la creación de una envolvente tecnológica avanzada en el interior de la corte, que actúa como el núcleo innovador del edificio tanto en términos energéticos como funcionales.
Los nuevos frentes que dan al patio interno se diseñaron como una fachada de vidrio continuo, lo que maximiza la captación de luz natural y permite un óptimo aislamiento térmico y eficiencia energética sin necesidad de tecnologías adicionales. Las amplias superficies acristaladas en los tres frentes facilitan la entrada de luz natural en todas las plantas del edificio, contribuyendo a un entorno de trabajo más agradable y estimulante.

F: ¿Qué factores tuvieron en cuenta al diseñar el auditorio?
GC: Desde el inicio del proceso de diseño, se definieron altos estándares de calidad para garantizar un espacio versátil y adaptable a las futuras necesidades comunicativas de la Banca. Se tuvo en cuenta ofrecer una máxima calidad acústica, tanto en configuración de auditorio como en modo sala de conferencias, mediante un diseño acústico detallado que abarcó la geometría de la sala y la selección de materiales. También el diseño arquitectónico del interior, donde la calidad percibida de las butacas jugó un papel clave.
Aspectos como la accesibilidad y visibilidad, asegurando que todos los asistentes tuvieran una visión y audición óptima del escenario, las pantallas y cualquier otro elemento relevante.
Y por supuesto, la seguridad, prestando especial atención a la protección tanto del público como del personal en todo momento.

F: ¿Por qué decidieron utilizar el sistema Mutasub y cómo influyó esta elección en el diseño del auditorio?
GC: Una de las necesidades fundamentales de la Banca era la posibilidad de adaptar la zona del escenario según diferentes formatos de comunicación y futuros usos potenciales. El sistema Mutasub fue la solución ideal, ya que permite ocultar bajo el suelo las dos primeras filas de asientos, creando un espacio adicional en el escenario. Esto facilita la colocación de elementos como una orquesta sinfónica, optimizando la flexibilidad del auditorio.

F: ¿Qué importancia tuvo la adaptabilidad del espacio y cómo influyó en la selección del sistema y las butacas?
GC: Como mencioné antes, la adaptabilidad del espacio era un requisito innegociable. Esto, junto con las limitaciones de espacio disponibles, nos llevó a elegir el modelo Sensó, que ofrece un excelente confort y dimensiones adecuadas, al mismo tiempo que permite un aprovechamiento óptimo del espacio, logrando incluso superar el mínimo de 300 asientos solicitado por la Banca.

F: ¿Qué valor aportó la colaboración con Figueras en el desarrollo del proyecto?
GC: La contribución de Figueras fue determinante, indispensable e insustituible. Desde las primeras fases de diseño del auditorio, hubo una colaboración constante y precisa, que continuó durante la ejecución del proyecto con los ajustes y adaptaciones necesarios.

F: La adaptación del modelo Sensó al sistema Mutasub representó un desafío técnico significativo. ¿Cómo fue el proceso de trabajo conjunto con Figueras?
GC: En mi opinión, el factor clave para alcanzar el objetivo fue la colaboración continua y el intercambio de conocimientos en un ambiente de trabajo cordial y productivo.
Debo reconocer la gran capacidad técnica y de diseño de Figueras para personalizar un modelo de butaca según las necesidades del cliente o del proyecto, incluso cuando el volumen de unidades requeridas era menor de lo que habitualmente manejan. Esto solo refuerza el prestigio y la flexibilidad de Figueras en este tipo de proyectos.

F: Mirando atrás, ¿qué les enorgullece más de este proyecto?
GC: Este proyecto fue complejo en varios aspectos, desde un punto de vista urbanístico se desarrolló en el corazón de una pequeña ciudad, en una zona histórica de gran actividad comercial y social. La decisión entre conservar elementos históricos o incorporar arquitectura contemporánea fue ampliamente debatida, y creemos que logramos un equilibrio adecuado entre ambos enfoques. En cuanto a la tecnología, optamos por alcanzar los más altos niveles de innovación en estructura, instalaciones térmicas y eléctricas, domótica, uso de energías renovables y conectividad. El edificio está totalmente preparado para integrarse en redes globales sin restricciones, incluido el auditorio. Y por supuesto, el auditorio, con determinación y convencimiento, logramos crear una auténtica “joya” en el corazón del edificio.

F: ¿Qué aprendizajes extraen de este proyecto que podrían aplicarse en futuros trabajos?
GC: Sin duda, la disposición al diálogo y la capacidad de evaluar cada decisión en función de sus implicaciones, ajustando lo necesario sin rigidez ni imposiciones.

F: ¿Cómo cree que este espacio transformará la experiencia de los usuarios y el ambiente en la Banca di Asti?
GC: Creo, y en parte ya he podido comprobarlo, que los usuarios perciben este espacio como un entorno agradable, sereno y con las condiciones óptimas para desempeñar su trabajo.