Las dimensiones y aptitudes de la arquitectura de Filipe Oliveira Dias viven de la ambición de diseñar y construir un universo inmenso, el del Hombre, con un tiempo infinito, preferiblemente sin límites. Antes asumen una participación que es colectiva y es, por tanto, un derecho de todos. Paisajística y urbanísticamente, la arquitectura de Filipe Oliveira observa e interpreta valores. Sus proyectos y obras son didáctica y pedagógicamente abiertos. Asumen muchas culturas disciplinarias y subculturas de la arquitectura, legibles y útiles. Constituyen siempre el inicio de una investigación estimulante y apasionada, el comienzo de una voluntad o de una verdad que considera, cultural y socialmente, la arquitectura como un bien de consumo. Así, Filipe Oliveira Dias crea un universo que no teme al color que representa la revelación y la traducción material que modela los espacios, donde voluntades y verdades confluyen y se mezclan para validar los usos y las formas de la arquitectura. Un mundo, además, donde la estructura es la propia arquitectura, mostrándose y asumiéndose con rigor y vigor.