El rehabilitado edificio La Cidrerie, situado en el corazón de Normandía, fue convertido en un importante centro cultural. Cuenta con un flamante teatro equipado con el modelo Scala, realizado en madera y perfecta para teatros y auditorios gracias a su comportamiento acústico. Se trata de una sala perfecta que sirve a la vez de teatro y auditorio, perfecto para todo tipo de actividades, desde las artes escénicas hasta sesiones educativas o reuniones de empresa.
| Nombre del Proyecto: | La Cidrerie |
| Año de Desarrollo: | 2020 |
| País | Francia |
| Localidad: | Beuzeville |
| Butacas instaladas: | Scala 148 |
| Capacidad: | 140 |
| Segmentos: | Butacas Fijas |
| Venues: | Teatros, Auditorios y Conferencias |
| Estudio de Arquitectura: | Sunmetron |
| Sitio oficial: | La Cidrerie |
No
Beuzeville, en el corazón de Normandía (Francia), destaca por su privilegiada localización estratégica y excelentes comunicaciones. Recientemente, dentro de un complejo proyecto de recualificación urbana y de dinamización del centro histórico, se ha rehabilitado el edificio de la antigua sidrería y molino de grano, convirtiéndolo en un centro cultural polivalente.
El estudio de arquitectura Sunmetron, encargado del proyecto y asesorado por un historiador local, tuvo en cuenta el pasado significativo del edificio para llevar a cabo su remodelación. El edificio, cuya construcción data de 1833, albergó una de las primeras y más importantes fábricas de sidra del departamento del Eure, la sidrería Lemmonier. Posteriormente, en el año 1953, el edificio fue transformado en un molino de grano, aunque, después de más de 50 años de actividad, el edificio acabó cayendo en desuso.
El ayuntamiento del municipio, teniendo en cuenta el gran potencial del edificio y su trasfondo histórico, decidió adquirirlo en 2015 para convertirlo en un centro cultural. La antigua fábrica de sidra fue restaurada siguiendo el estilo arquitectónico de Normandía, pero dándole un aspecto moderno en su renovación y distribución. De este modo, el edificio quedó dividido en tres niveles: el sótano, donde se ubican las salas de exposiciones y el museo; la planta principal, con un auditorio y una sala conocida como “sala de las máscaras”; y la planta superior donde se encuentra el vestíbulo cubierto donde se acogen mercados semanales y ferias.
El auditorio, equipado con butacas Figueras, se encuentra donde originalmente se guardaba el grano de la antigua fábrica. Las paredes de este espacio están revestidas con un elegante acabado en madera recuperada de palés antiguos, proporcionando excelentes cualidades acústicas a la sala y conservando el carácter genuino de la sidrería.
Este ambicioso proyecto ha conseguido revitalizar el comercio local y reforzar el programa cultural de esta pequeña población francesa.
Uno de los principales objetivos de los responsables del proyecto era la conservación de los distintos elementos arquitectónicos como el silo, convertido en un espacio de exposición, y las tinas donde se almacenaba la sidra, ahora convertidas en elementos ornamentales en forma de siluetas circulares que dan nombre a una de las salas del edificio conocida como “sala de las máscaras”. Gracias a la conservación de estos elementos, el actual centro cultural consigue reflejar el pasado industrial y artesanal de la villa de Beuzeville.
Respecto al auditorio, el mayor reto consistía en instalar un modelo de butaca que estéticamente no rompiera con el aire industrial del espacio pero que, a la vez, fuera funcional y ergonómico, adecuado para todo tipo de eventos. Además, tanto las propias butacas como la disposición de estas, debían cumplir con las actuales normativas.
El auditorio, con capacidad para 140 asistentes, se utiliza como sala de espectáculos, conciertos, proyecciones y conferencias. Para conseguir una accesibilidad óptima, se instalaron grupos de butacas extraíbles para poder montar o desmontar según las necesidades del momento y asegurando el acceso a personas con movilidad reducida. La planificación e instalación de las butacas también se llevó a cabo respetando un espacio suficiente entre filas para permitir la circulación de los usuarios sin dificultad y desalojar la sala ordenadamente en caso de emergencia.
El modelo de butaca elegido para equipar este espacio fue la Scala de Figueras, una butaca que destaca por sus formas geométricas simples y bien definidas y por aportar la máxima comodidad y versatilidad. Además, se integró un atril en el panel lateral, ofreciendo una funcionalidad óptima durante las conferencias y sesiones de trabajo. La Scala cuenta con acabados en madera que proporcionan una excelente respuesta acústica en cualquier tipo de evento. Esta butaca cumple la normativa UNE-EN ISO 14006:2011 en materia de ecodiseño, asegurando un mínimo impacto en el medio ambiente.
