La perfección a través del detalle
En julio de 2010, se iniciaron las obras del Gran Teatro Nacional de Perú, una obra necesaria para que la ciudad de Lima pudiese acoger grandes producciones que requerían de un gran nivel tecnológico. El arquitecto encargado del proyecto, Alfonso de la Piedra, y el arquitecto experto en acústica, José Nepomuceno, trabajaron conjuntamente para dar vida a un teatro que ya se ha convertido en una de las joyas arquitectónicas y artísticas de Lima.
El primer impacto que recibe el visitante es la estructura exterior, en la que se conjugan los materiales nobles que ya usaron los antiguos peruanos, la piedra y el cobre, con materiales como el mármol o el vidrio. Un atrio de piedra eleva 2m de la calle todo el teatro y lo integra a su vez con el Museo de la Nación y el eje de la cultura. El Foyer, da la bienvenida en vidrio, elemento imprescindible para la transparencia y el contacto permanente con el público. El volumen central se recubrió en cobre, material con el que los antiguos guerreros realizaban sus pecheras. El cuarto volumen, bajo el cual se hallan los camerinos y las salas de ensayo, es el volumen recubierto en mármol. En total, 26.106m² de ingeniería, en los que la tecnología más puntera se pone al servicio del espectáculo.
Retos y soluciones
La sala principal recupera el diseño de los teatros clásicos, pero se incorporaron elementos de las salas de teatro modernas que requirieron soluciones contemporáneas, como la posibilidad de disponer de una sala multifuncional en la que, además, el ajuste acústico fuese adaptable a cada espectáculo. También fue requerimiento básico, que en cada uno de los 4 pisos que componen la sala, la visión del escenario fuese excelente. En cada uno de estos retos, la elección de la butaca y su disposición fue primordial.
Una sala polivalente y de isóptica excepcional. El Gran teatro Nacional se diseñó como una sala polivalente. Para ello, diversas filas de butacas son móviles. El foso de la orquesta -de 177m²- cuenta con un sistema automático de asientos que eleva 4 filas completas de butacas (82 asientos en total) cuando la disposición es de Aforo Máximo. Por contra, si el concierto requiere de foso de orquesta, estas filas se ocultan y en su lugar puede tener cabida 106 músicos. En platea, además se cuenta con otro sistema que permite instalar en medio de los asientos una consola de sonido mediante el descenso de 18 butacas. Las butacas Figueras debieron producirse especialmente para encajar en cada uno de estos sistemas. La mayor parte de las butacas es fija, pero existen hasta 13 modelos diferentes -mediante la modificación de anchos, alturas de respaldo, inclinaciones y brazos- para adaptarse perfectamente a cada uno de los rincones del área de butacas y ofrecer una isóptica excepcional.
La acústica, clave para el éxito. Las características acústicas del teatro fueron estudiadas al detalle, tanto en lo que se refiere a la influencia de los materiales como a su geometría. La sala cuenta con un sistema de ajuste acústico y cámaras de reverberación, que pueden cambiar el volumen de la sala y su sonido. En el escenario, una concha acústica con pantallas móviles y un techo motorizado, circunda la orquesta transformando el Gran Teatro Nacional en una sala sinfónica. Las 1.500 butacas juegan un papel principal en la acústica, ya que cumplen con la función de absorción del sonido y debían absorber la misma cantidad tanto ocupadas como vacías. La elección de las mismas se tuvo en cuenta partiendo de esta base, ya que es un modelo especialmente concebido para rendir al máximo acústicamente gracias a su combinación de distintos materiales.
Modelo seleccionado
El modelo Carmen es un modelo pensado y producido para encajar en teatros y salas de conciertos. La butaca es de madera y se presenta con un tapizado gallonado. De proporciones equilibradas, ofrece un muy buen confort a la vez que permite la optimización del espacio. Tiene un gran comportamiento acústico gracias a los materiales con que está realizada: madera de haya y espuma de poliuretano de célula abierta, principalmente. La butaca es de diseño ergonómico, con tablero curvado tanto en asiento como en respaldo.