El nuevo edificio corporativo del 22@ de Barcelona lo firma GCA Architects, uno de los estudios catalanes con vocación internacional más galardonados. Sede corporativa de la también internacional Cuatrecasas, debía ser un hito del nuevo distritito tecnológico de la ciudad. Formado por dos torres (72 metros la más alta), conformadas a su vez por tres volúmenes claramente diferenciados, resulta en un edificio homenaje que completa el particular skyline alrededor de la Torre Agbar.
Las dos torres, de 11 y 18 plantas, quedan unidas por un gran atrio acristalado de triple altura, lugar de recepción e inicio de los usos comunes, como el auditorio de 200 plazas, restaurante y el gimnasio. La torre oeste crea un dramático movimiento lateral a la altura de la planta 7ª, generando un cornisa sobre la calle en un lado y, sobre el otro, una cubierta vegetal. La fachada es modular, recubierta de montantes de aluminio para reforzar la privacidad interior y proteger el interior de la luz directa del sol, pero dicha cubierta desaparece en el volumen superior, ya que no precisa, dada su altura, de privacidad extra.
Reto del proyecto
La arquitectura exterior marca la línea del diseño interior. Las plantas conectadas al gran hall de entrada, aquellas destinadas a las visitas de clientes, los actos públicos y la formación de los empleados, respiran un ambiente tranquilo y sobrio gracias al uso de materiales nobles y elegantes. La luz natural, tamizada o directa, inunda todos los espacios. El Auditorio sigue con la misma línea homogénea, huye de excesos, y muestra una sobriedad impecable.
Todas las butacas Figueras de esta instalación incluyen conexión a red eléctrica ubicada en el lateral interno, algunas de ellas en la parte posterior para uso por parte de personas con movilidad reducida. Las primeras filas de butacas disponen, además, de salida de audio para poder ofrecer microfonía a sus ocupantes. Por ello, el auditorio cuenta con diferentes salidas técnicas implantadas en el suelo, así como salida de aire acondicionado. Gracias a la buena planificación entre arquitectos y el equipo CAD de Figueras, se ejecutó una instalación meticulosa que tiene en cuenta estas salidas y las cajas de registros. Además, hubo que adaptar las butacas a la ligera pendiente del 3% del auditorio, lo que se consiguió con un zócalo adaptado a esa peculiaridad.
Modelo seleccionado
La butaca escogida debía definir la personalidad de Cuatrecasas y respirar la misma elegancia, distinción y líneas rectas que el resto del inmueble. La selección del mismo modelo que viste las oficinas del despacho de abogados en Madrid fue fácil, ya que cumple todos estos requisitos. El modelo Flex 6036 de Figueras se caracteriza por ofrecer un diseño exclusivo, elegante con un gran componente estético. Las filas que crea este modelo son de una gran linealidad y continuidad, ya que, al desocuparse el asiento, este se repliega y queda perfectamente alineado con el frontal y con la parte superior del costado. Al poder incluir un atril silencioso realizado en poliuretano en el brazo, pueden ser usadas en sesiones de trabajo. Las butacas se tapizaron en ecopiel, hecho imprescindible para un edificio que ha obtenido la certificación LEED con categoría GOLD.